Es una instalación prodigiosa que no duerme jamás, gracias a una iluminación de tipo experimental que se adelanta a su tiempo. En efecto, está activa veinticuatro horas al día, siete días a la semana, sobre una superficie de casi treinta mil metros cuadrados.
Las paredes blancas de vidrio lacado, enriquecidas con motivos temáticos, revisten el vestíbulo creando un ambiente surrealista. La barandilla de la escalera que sube a la primera planta ofrece un reflejo distorsionado, mientras que la iluminación diseñada expresamente para este contexto suscita una respuesta emocional.
Para la fachada del hotel se ha elegido un fotograma de la película «Canciones prohibidas», la primera producción cinematográfica polaca de la posguerra, dirigida en 1947 por Leonard Buczkowski.
Cada píxel de la imagen se corresponde con un panel de la pared y cada panel es de un tono de gris a elegir entre un total de doce, que han sido imprimidos en el cristal mediante una solución tecnológica denominada ‘serigrafía’. Las fuentes luminosas, protegidas mediante un doble acristalamiento, permanecen ocultas a la vista.
«La construcción del hotel DoubleTree de la cadena Hilton nos ha dado la oportunidad de contar la increíble epopeya de un lugar repleto de magia», cuentan Joanna Musiałowicz y Marcin Klukowski, los arquitectos responsables de este proyecto innovador.