Chimera
Al firmar Chimera, Elena Salmistraro combina rigor con creatividad, definiendo una gramática gráfica con una intensa carga simbólica.
La figura mitológica de la Quimera se presta a describir casi a la perfección la inspiración decorativa que subyace en la colección cerámica homónima diseñada por Elena Salmistraro. Originada a partir de cuatro temas gráficos con los nombres de Empatia, Radici, Ritmo y Colore, esta familia de grandes placas se distingue por una marcada extroversión visual, con temas que mezclan diferentes códigos de trazos y colores con recortes derivados del aspecto superficial de piedras, tejidos y cueros.
Empatia evoca emociones con diseños que interpretan, a través del filtro de una abstracción completamente personal, el maquillaje escénico del payaso, logrado por la superposición de geometrías e imágenes. Radici es una declaración tribal, un homenaje a la figura del traje ritual primitivo, sugerido por la interferencia de una secuencia de triángulos y rectángulos con un conjunto de recortes figurativos. Ritmo tiene una sugerencia textil, evocando la alternancia rítmica del tejido de material hilado a través de un diseño con un desarrollo predominantemente lineal. Con Colore, la alteración de un fondo con pequeñas manchas aisladas generadas por un programa digital paramétrico se yuxtapone con la densa presencia de formas repetidas.
Silvana Annicchiarico "Superficies tàctiles"
Todo empieza con el dibujo. Con la pasión por el dibujo. Con la obsesión del dibujo. Dibujos como telarañas, espacios que se llenan obsesivamente, como en una coreografàa, una gimnasia manual, un flujo continuo. Elena Salmistraro dibuja siempre. Dibuja en todas partes.
Colores
Elena Salmistraro
La colección Chimera es un poco como un libro con cuatro capítulos diferentes: quería diferenciar estos motivos gráficos y tener cuatro historias totalmente diferentes.
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