Realizado en tres niveles, el Gerber es una estructura imponente y al mismo tiempo ligera que reúne en un solo lugar tiendas, oficinas y pisos. Todos los elementos interiores son la expresión concreta de una continuidad, una fusión intencional con el tejido urbano del exterior.
El pavimento de todas las zonas públicas se ha realizado con gres porcelánico, incluidos los caminos que llevan a los baños o los ascensores. La forma hexagonal de las baldosas es una alusión a las aceras de las zonas urbanas, que de esta forma continúan incluso en el interior del centro comercial.
El acceso a las zonas públicas del centro comercial se realiza a través de las entradas situadas en tres de las cuatro esquinas del edificio. A causa de su ubicación, el flujo de visitantes proviene de varias calles. Las dos entradas de la calle Tübingerstraße se encuentran en la planta baja, mientras que por la calle Marienstraße se entra a una planta superior del Gerber.
«Los niveles diferentes y la configuración poco usual de las calles principales —explican los arquitectos del estudio Ippolito Fleitz— obligan a guiar a los visitantes hacia el interior del centro comercial. Los anillos acompañan a las personas en su recorrido por la entrada estrecha y con mucha pendiente de la esquina oriental.